Y TU MAS

No se si será que mi paciencia está ya en reserva, cosa probable ya que el dia que hicieron el reparto yo decidí quedarme en la cama un poco más; o simplemente es esa manía mía de darle treinta y dos vueltas de hulahop a las cosas… pero esta semana me he topado, de nuevo, con aquella maravillosa frase de “Es que los de tu mundillo sois un poco raros”...

Y qué es eso de mundillo?? a caso nuestros armarios son un portal al mundo del BDSM como si de Narnia se tratase?? o tal vez creen que entramos a través de una madriguera como Alicia..

Raros, enfermos, tarados… seguro que habéis escuchado más de una descripción de este tipo a la hora de referirse a los miembros que nos identificamos con el BDSM y siempre viene de la misma dirección, del reino de los unicornios donde todo es purpurina y los ríos son abundantes fuentes de una vainilla empalagosa que adormece las papilas gustativas.

Hoy puedo parecer un poco más borde de lo normal, pero en verdad solo es que se me ha agudizado la intolerancia a los gilipollas, y los habitantes de este mundo multicolor me tienen un poquito hasta el moño con tanta pseudo moralidad.

Recuerdo estar en una cafetería con la preciosa @thefetishsalad, cuando aún se podía salir a la calle sin mascarillas y en tu bolso llevabas perfume en vez de gel desinfectante, y nadie podría haber adivinado que nuestra conversación se basaba en el BDSM. Cualquier cotilla con la parabólica puesta podría haber deducido que se trataba de dos chicas “normales” hablando de chicos, de fiestas, de cotilleos, de cómo está el mercado… parece que ha pasado una eternidad desde entonces…

Y siguiendo con ejemplos de cuarentena, que diferencia hay entre una reunión de amigos por videoconferencia para tomar unas cervezas a una reunión de amigos organizada por @deliriumMadrid?? ya os lo digo yo… ninguna, ambas se basan en un grupo de gente con afinidades comunes que desean pasar un buen rato, aunque cabe decir que el dresscode de los asistentes a las fiestas on line de Delirium siempre es espectacular en comparación a los pijamas de unicornios que pueden vestir tus compañeros de trabajo.

Y lo que más me molesta de todo esto, son aquellos que se permiten la libertad de llamarnos “raros” y que son los mismos a los que les chirría el cerebro cuando estan follandose a una tia y les nace darle una hostia o escupirle en la cara, pero su moralidad les dice que es algo que está mal y acaban siendo unos reprimidos eternamente y como ellos no pueden liberarse nosotros somos los locos.

Pues si es así, que es mejor, estar cuerdo o ser feliz?