SOPA DE LETRAS
- kitsune_motenashi
- 12 jul 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 jul 2022
Creo que ya lo he dicho en varias ocasiones, no soy muy dada a las etiquetas y las nomenclaturas, a pesar de que tengo hiperdesarrollado un TOC referente al orden y la clasificación. Para mi, en el BDSM, hay una parte sumisa y una parte dominante y ya!
Pero las experiencias te demuestran que no todo es blanco o negro, y si te permites ver te das cuenta que hay un amplio abanico con cientos de grises. Esto no quiere decir que todos esos grises encajen contigo, ni siquiera tienen porque quedarte bien.
Desde hace tiempo, en mi círculo de amistades, cada vez es más frecuente escuchar los términos Top y bottom para hacer referencias a ambos extremos del mundo BDSM. Al principio pensaba que era una nueva terminología, una nueva manera de llamar lo que toda la vida había sido Amo y sumisa.
Pero me he dado cuenta que estas etiquetas pueden llegar a ser otra manera de describirnos. Porque se puede ser Dominante, pero no Amo o Dueño, porque se puede ser masoquista, pero no sumisa o esclava…
Y sentirte identificado en una o varias de estas etiquetas no te hace mejor o peor, ni eres más o menos que nadie. Simplemente matiza tus gustos, tu manera de sentir y tus necesidades.
Tengo a una muy buena amiga que, en una conversación, puso sobre la mesa la diferenciación entre lo que para ella es un ser Dominante y un Top. He de decir que la hago mía, que me la quedo como aprendizaje y como nuevo gris de mi colección.
Según su manera de sentir el BDSM, una bottom está ante un Top cuando éste la domina en un momento determinado, una práctica, un encuentro. En cambio para ella la dominación entre Amo y sumisa es ejercida en cualquier circunstancia indistintamente de que se viva una relación 24/7 o no.
Para poner un ejemplo que todos podamos visualizar, si una sumisa se siente dominada puede pasar 3 horas mamando polla, le apetezca o no le apetezca, simplemente porque la envuelve esa dominación y para una sumisa no existe la palabra NO cuando viene de labios de su Dueño.
Puedo aceptar esos grises, a pesar de no ser el maravilloso negro que necesito. Pero creo que también cabe la posibilidad de que, mientras se establece una posible conexión D/s, los participantes pasen primeramente por estos estadios/etiquetas o como quieras llamarlos, y así lo creo porque el proceso que lleva a establecer una relación D/s ha de pasar por conocerse, entenderse, leerse y sentirse.
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