BAILAS?

Siempre me ha costado horrores explicar que es para mi la dominación mental, sin caer en estereotipos, topicazos y clichés baratos. Pero en cambio, no me cuesta ni 5 min sentir si la persona ante mi es capaz de ejercerla conmigo.

Sin dar pie a un debate (que se que no vais a seguir porque sois algo timidillos para contestar a mis entradas), tan solo puntualizaré que, igual que en la parte física diferenciamos entre práctica y abuso, aquí hay que diferenciar entre dominación mental y manipulación. La línea que separa ambos términos es muy fina y puedes traspasarla sin darte cuenta, os lo digo por propia experiencia.

Si alguien confía a ciegas hay que ser muy inocente o muy inconsciente para creerse algo así, ni por muy buenas vibraciones que nos lleguen, seguramente es el ansia la que ha tomado el control y no una verdadera entrega de voluntad.

La dominación mental es una coreografía de ballet clásico cuyos movimientos están basados en el control total y absoluto del cuerpo y la mente. Y su grado de dificultad requiere no solo esfuerzo, actitud y compromiso, sino que también a veces, se llega a considerar un estilo de vida.

Entrar en la mente de una persona y saber cómo encenderla como si de un campo de luciérnagas se tratase no es fácil, ni automático y muchas veces no es ni agradable. Entonces quién querría practicar la dominación mental? Pues bien, está práctica se lleva a cabo cuando se desea someter desde lo más profundo del ser, sin la necesidad de tocar…

En el momento en que este tipo de dominación existe se crea un vínculo entre Dominante y sumisa muy difícil de romper, una especie de compromiso, una conexión que se da muy pocas veces, y puede que por eso mismo, al principio yo lo confundiera tanto con el concepto de relación y no lo entendiera fuera de una pareja.

El compromiso al que me refiero puede llevar a que se le pida a la sumisa que salte desde un sexto piso, y ella lo hará sin pensar. Y aquí viene el matiz… No lo hará porque le hayan lavado el cerebro, sino porque confía plenamente en su Dueño, y por tanto sabe que saltar desde esa altura no le hará ningún mal, Él no lo permitirá jamás.

El cerebro es el órgano sexual más poderoso que existe, si se consigue follar la mente te aseguro que el coño está totalmente empapado y dispuesto. Pero también puede ser la cueva más oscura en la que jamás te hayas adentrado, así que cuidado...

Con esto quiero decir que quien no lleva a cabo la dominación mental es peor sumiso o Dominante??? Pues va a ser que NO, para gustos los colores… ni todos los sumisos desean que alguien vaya hurgando en sus cabezas ni todos los Dominantes tienen la necesidad, la paciencia o la real gana de ponerse manos a la obra en este tipo de prácticas ya que el hecho de invertir tiempo no te asegura el éxito.